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viernes, 22 de mayo de 2009

Dudas para el draft, verano movidito

Pocos ganadores ha dejado la lotería del draft. En un año en el que sólo parece haber 2 grandes jugadores en el draft (Hasheem Thabeet será un Dalembert más de la liga, aunque ojalá me equivoque), la lotería del draft deja más dudas que alegrías. Más allá de que franquicias como los Wizards o los Kings fueran los grandes perdedores, ya que sus desastrosas temporadas no van a servir ni para escoger a una joven estrella en el draft del 25 de junio, los tres mejores posicionados de la lotería tendrán que moverse más de la cuenta para tener una plantilla compensada.
Los Clippers ya lo han anunciado, van a seleccionar a Blake Griffin, el que promete ser un power forward dominador en la NBA en un plazo medio, ya que es capaz de anotar, creándose su propio tiro, es rápido, atlético y reobteador. Pero, si eligen al jugador de Oklahoma State, habrá un considerable overbooking de jugadores interiores en la franquicia pobre de Los Ángeles: Zach Randolph, Kaman, Camby, el propio Griffin... alguien sobra ahí. Mike Dunleavy tendrá que moverse con mucha agilidad para quitarse de encima a uno de ellos, lo más lógico sería Camby, pero lo que no está tan claro es que le ofrezcan una pieza de cambio interesante.
La otra opción, menos probable e igual de liosa, es la de que elijan a nuestra perlita, al que los analistas ya señalan como el jugador del draft más experimentado y como el mejor talento que ha venido nunca desde Europa. Palabras mayores para nuestro Ricky Rubio, aunque viendo la soltura con la que dirige al DKV en los momentos decisivos de los competitivos playoffs de la ACB, seguro que terminará dando la razón a los más optimistas, aunque no es muy positivo para él haber generado tantas expectativas. Y es que, parece evidente que el base estrella de los Clippers, Baron Davis, no está contento con Dunleavy y quiere marcharse, por lo que, si sacan algún buen refuerzo exterior como recambio de los jóvenes Thornton y Eric Gordon en un traspaso, Ricky tendría una oportunidad única de repartirse los minutos con Mike Taylor y disponer de minutos de calidad desde su temporada de rookie.
Parece lógico que la opción de los Clippers es mucho más atractiva para Ricky que la de Memphis u Oklahoma, que tienen en Conley y Westbrook dos jóvenes valores que están forjando como bases de futuro, y ahí Ricky llegaría a estorbar. Además, en los Clippers Ricky tendría un maestro de lujo, que no es otro que Sam Cassell, que ha fichado como asistente después de haberse retirado como jugador hace días. Además, todos sabemos que no es lo mismo ir a una ciudad como Los Ángeles, con todo el glamour y la grandiosidad que representa, que ir a ciudades tristonas como Memphis u Oklahoma.
Por lo tanto, Ricky Rubio debe tomar una decisión muy meditada: ¿le vale la pena ir a la NBA este año, con la elevadísima cláusula que tendría que pagarle al DKV, para jugar en un equipo mediocre y sin objetivos claros como los Grizzlies o los Thunder? Los hay quienes piensan que lo mejor sería que Ricky se borrara de este draft, que sea paciente y que espere al año que viene para dar el salto a un equipo que le convenga más, pagándole menos al DKV y con un año más de formación en la ACB. Además, la próxima generación de rookies tampoco promete ser arrolladora, por lo que seguro que Ricky tendría asegurado volver a estar entre los tres primeros. Yo soy de los que piensan así. O Clippers (o en su caso, a otro equipo mediante los famosos traspasos en la noche del draft), o nada. No debe obcecarse con ir este año a la NBA: la ilusión despierta el empeño, pero la paciencia lo termina.

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